Les propongo trabajar en la escucha. Escuchar a nuestro cuerpo físico, escuchar nuestra respiración, encontrar ese ritmo íntimo que late en nosotros. El cuerpo físico es la herramienta que nos fue dada para poder explorar y conocer a nuestro Ser. Es a través del trabajo sobre el cuerpo que podemos trabajar sobre nuestras emociones y pensamientos.
Para poder escuchar, debemos encontrar dentro de nosotros ese lugar silencioso, atento y quieto. La propuesta es dejarnos guiar por esa escucha atenta: que nuestra respiración guía el pasaje de un asana a otro, que nuestro ritmo interno marque los tiempos del afuera (y no viceversa).
Poco a poco, la escucha atenta y consciente en la práctica de asanas va a ir permeando en nuestras vidas y el estado de yoga irá tomando más y más espacio en nuestra cotidianeidad.
El silencio que hay en mí saluda y reconoce al silencio que hay en vos.
Pema Chôdrôn
«Sé compasivo con vos mismo. Y luego, dejá que tu compasión inunde el mundo»