Les cuento que estoy leyendo «Eastern body, western mind» de Anodea Judith. Es un viaje por los 7 chakras con ejemplificaciones y ejercicios que fue armando a lo largo de su experiencia como terapeuta. Súper interesante.
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🕉 En el capítulo sobre el segundo chakra (Svadhisthana) aparece el poema de Kahlil Gibran. Es un poema que siempre me gustó pero ahora, con la llegada de mi hija, cobró todo el sentido. Dice así:

«Tus hijxs no son tu hijxs.

Son hijos e hijas del anhelo de la vida por sí misma.

Vienen a través de tí, pero no son tú,

Y aunque todavía se encuentren contigo,

no te pertenecen»
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🙃 Me pareció interesante compartirlo porque el demonio que habita en el segundo chakra es la #culpa, sentimiento que las #madres experimentamos con mucha frecuencia. Culpa por lo que podríamos haber hecho mejor, culpa por lo que no hacemos, culpa por lo que sentimos, pensamos o decimos, ¡hasta culpa por sentir culpa!
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✨ En el otro extremo, la luz que irradia de un segundo chakra sano y equilibrado es el deseo. Ése que funciona como motor de nuestras vidas y nos conecta con la vitalidad, el placer y el movimiento. Ese deseo que nos hace avanzar con profunda certeza, el deseo que nos hace sonreír cuando lo reconocemos y le damos lugar, el deseo que sólo se habilita cuando ejercitamos la escucha amorosa con nosotrxs mismxs
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💝 Además, activar el deseo es conectarse con el merecimiento (en tanto opuesto a la culpa). “Mereces lo que sueñas”, dice una de las canciones más lindas de Cerati
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🌟Repetí varias veces al día: SOY DIGNX DE LO QUE DESEO Y CONFÍO EN QUE EL UNIVERSO ME LO PROVEERÁ
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🌈 ¡Que el deseo sea siempre el motor de tus días!