¿Cuántas veces hicimos la secuencia de las fotos en una práctica de yoga? Honestamente, he perdido la cuenta
.
Repetimos secuencias una y otra vez, porque la repetición es una oportunidad hermosa para profundizar e investigar. En la repetición podemos explorar cada ásana (postura) e ir descubriendo matices, sutilezas, detalles (muchas veces enormes) que no hubiéramos percibido/sentido de otra manera
.
Además, de la mano de la repetición, llega la conciencia. A medida que construimos y volvemos a construir miles de veces una postura, ejercitamos nuestra capacidad de concentración, presencia y precisión
.
Cuando armamos un ásana que ya hemos hecho mil veces, tememos la oportunidad de despertar, de poner en ejercicio nuestra presencia y estar en compañía de nosotrxs mismxs. Cada respiración que sostenemos (y nos sostiene) en una postura es única, singular y maravillosa. En cada respiración, tenemos la oportunidad de evolucionar. Porque evolucionar no es ser mejores que antes; sino ser más conscientes
.



